El objetivo de esta fecha es sensibilizar sobre los beneficios de la actividad física para la salud y promover estilos de vida activos en todas las edades.
En Río Negro según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, el 49,6% de la población presenta un nivel de actividad física bajo. De acuerdo a estos datos y teniendo en cuenta que el sedentarismo pueden aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, sobrepeso - obesidad y determinados tipos de cáncer, desde la cartera sanitaria se implementan estrategias para avanzar en la implementación de acciones que abarquen a la mayor cantidad de población, y que contribuyan a la promoción de una vida saludable y al acompañamiento a la comunidad en los espacios donde se desarrolla la vida diaria.
Dentro de estas estrategias, se incluyen asesoramientos sobre los beneficios de la realización de actividad físicas y la revalorización de los controles de salud, con el fin de adoptar y mantener comportamientos saludables, tratando de llegar a gran parte de la comunidad con acciones más costo efectivas.
En este sentido, desde el Departamento de Enfermedades Crónicas No Transmisibles, se promociona, a través de los efectores locales de salud (hospitales y centros de salud), acciones que tienen que ver con fomentar los hábitos de vida saludable. Esta estrategia de promoción que involucra también una alimentación saludable, y ambientes libres de humo buscan crear entornos saludables donde se involucran otros actores de la comunidad e instituciones.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los niveles de actividad física recomendables para adultos/adultos mayores, son de al menos 150 minutos de ejercicio moderado por semana (30 minutos por día, cinco veces a la semana).
Se define la actividad física como «todos los movimientos que forman parte de la vida diaria, incluyendo el trabajo, la recreación, el ejercicio y las actividades deportivas». En este sentido, cuando se habla de actividad física se debe entender este término de manera amplia, ya que se refiere no sólo a la práctica de deportes sino también a otras actividades de intensidad variable, como subir escaleras, bailar, cargar las bolsas de las compras y caminar.
La actividad física puede ser incorporada a la rutina de cualquier persona sin costo alguno, sin necesidad de pertenecer a un gimnasio o adquirir ropa o elementos especiales para lograr resultados positivos.
Sabiendo que el estilo de vida no solo se compone de acciones o comportamientos individuales, sino también de acciones de naturaleza social, desde el área de Actividad Física del departamento de Enfermedades Crónicas No Transmisibles, se propone un abordaje integral a niveles institucionales y comunitarios. Esta estrategia se basa en la utilización de los recursos existentes, sin generar nuevas estructuras ni gastos, movilizando la capacidad instalada a nivel local y el compromiso solidario de todos los actores.