El rodado Ford Ka fue ubicado en la calle San Juan, en el este de Bariloche, donde estaba estacionado, sin ocupantes a bordo, frente a un domicilio particular.
Utilizando la numeración registrada en el grabado de los cristales, los uniformados confirmaron que sobre el vehículo pesaba un pedido de secuestro emitido por un juzgado de Viedma, luego de la denuncia por robo radicada por su propietario.
Promediando el procedimiento, varias personas intentaron entorpecer el procedimiento policial y una mujer intentó abordar el rodado para retirarse.
Sin embargo los uniformados lograron reducirla para trasladarla a la unidad policial del barrio San Francisco, donde se iniciaron actuaciones por presunto encubrimiento y atentado contra la autoridad.